La TÉCNICA con la que CONSEGUIRÁS superar ostáculos
¡Comenzamos el curso con toda nuestra energía!
¿Qué tal? ¿has descansado? Espero que estés con las pilas cargadas y lleno de energía para afrontar este nuevo curso con todos los retos a los que seguro te vas a enfrentar.
Comenzamos con un interesante post que te ayudará a dejar a un lado cosas que no quieras creer/hacer y a poner en tu vida otras que sí que desees tener.
Todos nos hablamos a nosotros mismos continuamente y muchas veces los mensajes que nos mandamos pueden ser contradictorios para lo que queremos conseguir o alcanzar. Bien, entre otras cosas, aquí entran en juego nuestra creencias, éstas que nos limitan el día a día y que en ocasiones no nos dejan avanzar.
Podemos decir que una creencia es una generalización sobre experiencias propias de cada individuo con las que justificamos una conducta o un hábito. Según las vivencias que cada uno tengamos vamos a tener unas u otras creencias. Por ejemplo “la playa es preciosa y estupenda para bañarse” o “la playa es peligrosa”. Probablemente el que diga esta última frase es porque ha tenido alguna mala experiencia con el mar, él o alguien cercano, que le caló en su persona y que ahora le limita a bañarse en la playa.
Una creencia es una generalización sobre experiencias propias de cada individuo
Para hablar sobre creencias lo más práctico y clarificador es trabajar sobre ejemplos. Voy a comentar algunos para abordar este tema que sin duda, puede cambiar tu vida a la vez que cambia tu forma de ver las cosas.
En ocasiones, las creencias limitantes también intentan protegernos aun nosotros no siendo conscientes. Todas las creencias que nos limitan tienen una intención positiva con nosotros mismos. En estos casos, si consigues detectar esa creencia, es posible que con el mero hecho de “darte cuenta” la creencia desaparezca.
Pongo un nuevo ejemplo: Luis, de 38 años, sentía que no iba a conseguir nunca alcanzar lo que su hermano mayor, no sabía por qué pero solo podía decir “nunca lo voy a lograr, nunca seré tan bueno como él”. Tras unos días, llegó el gran momento, el “darse cuenta”. Él mismo dijo “no logro cambiar por la actitud que ha tenido mi familia hacia a mi respecto a mi hermano” (éste es el “me doy cuenta”) “siendo así y diciendo esto evito sentirme peor cuando no consigo algo porque siempre creo que no voy a lograrlo…” (Esta es la intención positiva de su creencia limitante). Finalmente, Luis consiguió instaurar la creencia de “yo puedo conseguir lo que me proponga independientemente de lo que haga mi hermano”.
Las creencias limitantes a veces intentan protegernos. Si consigues detectar esa creencia, es posible que con el mero hecho de “darte cuenta” la creencia desaparezca
En muchas ocasiones, el logro de ciertos retos e ilusiones se ve roto por estas creencias limitantes que siempre van acompañadas de mensajes negativos. Es habitual oír: “esto es imposible” “no puedo, es muy difícil” “yo no puedo más” “yo soy así” “la gente es muy egoísta” “si me sale mal se van a reír de mi”.
Mi propuesta es que cambies este tipo de creencias por otras que te ayuden a afrontar el día a día o determinadas situaciones de una forma positiva, buena y sana para ti.
Te propongo algo que puedes practicar con facilidad, eso sí, tómate el tiempo necesario para cada punto y hazlo relajado y con consciencia:
- Detecta una creencia limitante que tengas. “No puedo con este trabajo” “No valgo para…” “sé que no puedo…” “yo soy así y punto”, etc.
- Cuando la tengas detectada, piensa en qué te limita, es decir, qué produce que no hagas o que sí hagas una determinada cosa y que no quieres hacer ya. Por ejemplo: me agobio cuando tengo muchas cosas que hacer, me entra ansiedad, solo quiero comer y siempre digo “es que yo soy así, no lo puedo evitar”. Esto me limita en comer correctamente pues pico demasiado entre horas y no me organizo ya que solo pienso en que tengo hambre.
- Ahora expón otra creencia que quieras que a partir de ahora se imponga en tu vida. Es importante que sea potente para ti su significado, es decir, que vaya contigo, que te guste y te sientas cómodo. Siempre en positivo y evitando la palabra “no” u otras con connotaciones negativas. Siguiendo el ejemplo anterior: “voy a aprender a organizarme para que mi cuerpo esté relajado y coma en las horas adecuadas”. Esta es la nueva creencia que quiero instaurar.
- Repítete la creencia para ti mismo varias veces y haz los cambios necesarios para lograr el cambio. En el ejemplo que comentaba sería necesario pararse a pensar «cómo puedo organizarme» quizás sea a través de un cuadro en el que me apunte lo que voy a hacer y teniéndolo siempre presente colgado en algún lugar. Una vez tenga esto, cuando vea que se acerca el momento de «agobio», además de tener las herramientas que eviten ese estado, pues me organizo mejor, por ejemplo mirando ese cuadro que hice, es bueno que me repita esta nueva creencia para motivarme y darme fuerza en ese justo momento.
Te animo a probarlo, ¡lo conseguirás!. No hay nada mejor que sentirse bien consigo mismo para ser feliz.
Y para finalizar, te dejo algo que escribí hace unos meses:
“Cree en ti y podrás con todas las piedras que te encuentres en el camino”
Cristina González Manzano
Coach Certificado
RRHH / Formación / Orientación Profesional